Húmedo, esponjoso, con cierto aroma a vainilla, con notas de cacao y un aspecto aterciopelado y de un magnifico color rojo rubí. ¿Sabéis de que estamos hablando? Púes de famosa tarta americana Red Velvet! Una tarta que quien la prueba nunca se olvida de ella… aquí os dejo una receta para recordar.
INGREDIENTES:
170 gr de mantequilla
450 g de azúcar
500 g de harina
3 huevos
2 cdas. de colorante rojo en gel
15 gr. de cacao
1 cdta de vainilla
1,5 cdta de sal
350 ml. de buttermilk
1,5 cdtas. vinagre
1,5 cdtas de de bicarbonato sódico
Para el frosting:
250gr. queso crema (Yo utilizo mascarpone)
75 gr. azúcar glas
250ml. nata líquida para montar de 35%MG
PROCEDIMIENTO:
Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos nuestro molde, con mantequilla y harina y reservamos.
En otro bol tamizamos la harina, el cacao en polvo y a la sal y reservamos.
En el bol de nuestra batidora ponemos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar y batimos hasta obtener una masa esponjosa, ligera y que haya blanqueado.
Seguidamente añadimos los huevos uno a uno, y batimos bien después de cada incorporación. Añadimos la vainilla junto al colorante, mezclamos hasta integrar y conseguir que nuestra masa quede uniforme.
Ponemos el bicarbonato en un bol y añadimos el vinagre, mezclamos (empezará a realizar pequeñas burbujas, pero es normal). Añadimos la mezcla de bicarbonato a la masa y mezclamos bien hasta integrarla.
Ahora incorporamos a la masa la mezcla de harina y cacao junto con la buttermilk (es muy dificil de encontrar así que lo haremos echando 2cd de zumo de limon a 350ml de leche semi y dejaremos reposar 10 min) de forma alterna hasta completar y conseguir que nuestra masa quede homogénea.
Vertemos nuestra masa en el molde que vayamos a utilizar
y lo introducimos en el horno precalentado durante 45-60 minutos aproximadamente o hasta que pinchemos nuestro bizcocho y veamos que la aguja sale limpia.
Transcurrido el tiempo, sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar durante 10 minutos en el molde. Desmoldamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Una vez frio lo envolveremos en papel film y dejaremos en nevera 24h para que se asiente la miga.
Pasadas las 24h preparamos el glaseado, para ello ponemos el queso en un bol, lo batimos ligeramente y añadimos el azúcar, mezclamos hasta conseguir una crema suave, después le añadiremos la nata que previamente habremos montado y lo mezclamos con movimientos suaves y envolventes hasta que estén bien integrados ambos ingredientes, conseguiremos una crema ligeramente untuosa que pondremos sobre el bizcocho o como en nuestro caso rellenaremos y cubriremos formando esta magnifica tarta.